Cada día respiraba más tu ausencia, vivía de tus recuerdos, esperaba tristemente una despedida que le explicará el por qué te marchaste de su lado. Ella solo pedía que desapareciera esa agónica incertidumbre que no le daba respuestas, que no le explicaba tu inesperada huida.
Se preguntaba día tras día si fue miedo lo que sentiste a su lado, o si fue cobardía. Porque un día la olvidaste, por que le hacías creer que todo volvería pronto a ser como antes si tú nunca aparecías…
A pesar de todo seguía en su error de amarte como si nunca hubieran pasado aquellos maravillosos días.
Ella… que nada sabe de ti, que siempre le dijiste lo que quería escuchar, que no sabe lo que siente tu corazón al que tanto vio sufrir por otras personas.
Ella, ya no espera nada de ti, ni si quiera encuentra una palabra tuya que calme su ansiedad. Pero no pasa un segundo de su vida sin echarte de menos, lo ultimo que le dijiste es que tenias que contarle muchas cosas, y que esperabas que ella también a ti. Y se pregunta cada día si de verdad querrías saber lo que te tiene que contar, si de verdad quieres saber que te ama, que jamás ha dejado de pensar en ti, que no puede borrar de su mente cada momento vivido contigo, cada palabra que salía de tu boca.
Quizás no estés preparada para escuchar todo lo que te tiene que contar.
Nunca le importó lo que pensaran lo demás, se limitó a quererte como a nadie.
Odiaba el despertar y que tú no estuvieras a su lado, como si alguna de las dos ya no estuviera en el mundo.
Ella, sigue soñando despierta… sigue pensado que le quieres, o que alguna vez le tuviste que querer, incluso que algún día volverás, y es entonces cuando coge fuerzas para seguir adelante.
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